Llamarle
'Black' a un café, además de una redundancia, es una declaración
de intenciones, pues es un claro indicativo de que nos enfrentamos a
un café intenso. Dice el fabricante en caja que las
mejores partidas de café robusta de las plantaciones más
destacadas, sirven para conseguir este blend con arábicas. De
tostado oscuro, sabor denso, cuerpo rotundo y aroma cautivador, es el
café para los más exigentes cafeteros.
Lo mejor de esta literatura son las características de olor, textura
y sabor, bastante acertadas y que nos diga que es mezcla ―ya sé,
la palabra inglesa 'bled', queda más cool,
perdón... guay― y las variedades, en la que predomina robusta, de
ahí la fuerza del café, de
las mejores plantaciones
aunque no diga cuales ―a ver si algún día una marca pone que es
de 'las peores' o tal vez de las 'mediocres'...―. No hay más
información en caja que eso, ni tampoco descripción numérica de la
intensidad. Es un café razonable para empezar el día o para una
sobremesa después de una comida copiosa.
La
presentación es bonita y contemporánea, con una caja grande,
metalizada en la que podemos ver en tamaño grande el logotipo de la
compañía, que con la D y la C forma la figura de una taza de café.
Con un tamaño similar al de muchas otras marcas, dentro vienen
sueltas 20 cápsulas, además bastante holgadas, de color gris plomo.
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