Como en casi toda la
gama, para tener una descripción del café, hay que recurrir a las
traducciones del alemán o francés, porque en las demás sólo se
especifica el contenido ―en otros casos, vemos la traducción en la
web del fabricante, para este café ni eso―, y lo que deducimos es
que es un café de cuerpo especialmente ligero y con un aroma
picante distinto de los granos monzónicos. Su intensidad es 6, y
creo que se ajusta bien, por tanto el sabor es algo más que suave y
el cuerpo algo más ligero, sí es picante en el aroma y también
tiene un regusto ligeramente picante, muy agradable en el sabor. El
fabricante lo recomienda como espresso, lungo y hasta como capuchino
―muy arriesgado en las dos últimas opciones para mi gusto, la
leche lo mata, y hacerlo largo, lo hace muy acuoso―. Está bueno,
pero no es de los mejores de la gama, por tanto considero cara la
relación calidad/precio.
La
presentación es puro lujo, con una caja negra pequeña, con un borde
pequeño con motivos indios en color malva; en el centro de la caja
hay un elefante en plata brillante. Se abre y también se cierra con
mucha facilidad, y dentro hay sueltas 10 cápsulas con relieves de
color malva distribuidas como si fueran bombones.
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