Poca
información en bolsa ―es de las muy pocas marcas que no vienen en
caja―, que se reducen a recomendaciones de uso ―entre ellas
guardar en la nevera― y un cuadro muy completo con los valores
nutricionales, sin embargo faltan datos como la intensidad. El café
que hay en la cápsula desprende un buen olor a cereales tostados al
abrir la bolsa, y en boca tiene un sabor razonable con unas notas
algo dulzonas y un retrogusto amargo muy interesante y bastante
duradero. No es un café para las grandes ocasiones, pero cumple más
que bien para su precio.
La
presentación es una bolsa de plástico muy cómoda, con autocierre y
vistosa en lo referente al diseño, marrón y con un dibujo de
cápsulas, falla la tipografía de portada, algo hortera. Dentro hay
10 cápsulas ―biodegradables según el envase― de color marrón.
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