
Dice el
fabricante de
esté café suizo ―traduciendo de las descripciones en francés,
que junto con las alemanas, son más amplias que las españolas―
que
el aroma afrutado de este intenso espresso está sutilmente
equilibrado con una discreta nota de chocolate amargo de la mejor
calidad. También se nos dice la intensidad, 8, que es 100%
arábica, la cantidad recomendada en taza, 40 ml, y que tiene el
certificado
UTZ. El café, se ajusta bien a la descripción, es
intenso, con cuerpo y un sabor excelente, posiblemente uno de los
mejores del mercado, aunque como inconvenientes no se encuentra, por
ahora, con facilidad, y es algo caro.
La presentación es
espectacular: una caja negra pequeña, con dibujo de taza y cápsula,
y con pequeños detalles naranjas, además de abundante información,
y que se abre y se cierra con suma facilidad. Dentro hay sueltas 10
cápsulas, con un troquelado un tanto barroco, de color naranja,
distribuidas como si fueran bombones. Todo cuidado al detalle.
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