Poco dice el fabricante sobre este café en caja ―en castellano
nada, hay que recurrir a los textos franceses o alemanes―, apenas
que el armonioso aroma, que presenta una elegante y equilibrada
acidez, es lo que distingue a este Lungo... es decir, nada. Se
especifica en ingredientes que es 100% Arábica, pero hay que
recurrir a la web para saber que son granos Arábica finos
procedentes de América Central y del Sur y de Asia. El sabor,
muy suave ―la intensidad es 4―, es equilibrado entre ácido y
dulce, y se bebe demasiado bien, casi como si fuera agua, aunque el
regusto es, sin duda más potente. Se recomienda servir en una
cantidad de 110 ml.
La caja, como todas las de la gama pues son prácticamente iguales,
es muy bonita, en este caso con los adornos en tonos azules,
coincidentes con el color azul turquesa intenso de las 10 cápsulas
que van sueltas dentro, con una distribución práctica y bonita como
si se tratara de bombones.
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