
Dice el
fabricante de este café en caja, con un aire un tanto
poético, que
los elegantes aromas de este café lo invitan a un
puro instante de dolce vita. Una unión potente y con clase,
realizada por Malongo con la misma municia que los baristas ―maestros
italianos de la confección de espresso― ¡a degustar fuerte como
en Roma!. Al margen de algún presumible error tipográfico como
ese
municia, que supongo que ―a tenor de las traducciones en
otros idiomas― querrá decir 'minucia', y de una expresión
rebuscada y cursi, lo único claro que sacamos de este café es que
es fuerte, y nada más, de hecho la fuerza la remarca en el frontal
de la caja con un
intenso y auténtico, pero no dice nada de
orígenes, variedades, ni de sus características. En la web del
fabricante, a día de hoy, ni aparecen las cápsulas compatibles
Nespresso. El café es fuerte con cuerpo, duradero en boca y
con unas intensas notas amargas que se diluyen hasta dejar un
deliciosos regusto con recuerdos de cacao. Buena relación
calidad/precio.
La caja tiene un diseño clásico, con recortes de fotos muy
cinematográficas en blanco y negro, con el logo de la marca, una
taza de espresso y mucha texto aunque con poca información. Dentro
hay 10 cápsulas transparentes dentro de una bolsa de papel de
aluminio.
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