Poca información, por no decir ninguna, en caja, salvo la intensidad
numérica ―según un gráfico en el que vienen todos los cafés de
la gama, muy bonito y claro, 8― y que los ingredientes son 100%
café molido de tueste natural y un cuadro con información
nutricional. Para ser un café de marca blanca, no facilita ni
siquiera información sobre el fabricante ―aunque detrás hay un
grupo industrial y de servicios bastante considerable...―, pero el
sabor del café, fuerte y aromático, con bastante cuerpo, recuerda
bastante a una marca comercial catalana ―también el tipo de
cápsula y su forma de envasarla―, con bastante distribución,
cuyos productos no son para tirar cohetes. Es barato, pero por ese
mismo precio hay cafés sensiblemente mejores.
La caja tiene un diseño muy sencillo y moderno, en negro y granate
con una banda gris ―color en el que está grabado el logotipo de la
marca. Dentro hay 10 cápsulas, transparentes con la tapa negra,
todas ellas dentro de una bolsa muy resistente, de papel plateado.
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