
A caballo entre cultura
general y breve nota de cata, el
fabricante nos dice, de una forma un
tanto deslavazada, de Brasil y de este café que es
uno de los
países con mayor producción de café a nivel mundial. Nos ofrece
una bebida de cuerpo medio, con un toque dulce y envolvente aroma.
Sus características muy proporcionadas le confieren un gusto redondo
en taza. Y lo de Brasil es verdad, lo del toque dulce y el aroma
se acerca, y lo de gusto redondo en taza se presta para un chiste
fácil... '¿y si la taza es cuadrada?'. Bromas aparte, la caja
también nos informa que el café es de tueste natural y que su
intensidad es 5 ―el más suave de esta serie―.
La presentación es una
caja bastante pasable ―algo incómoda por su forma irregular― con
referencias gráficas a Brasil, con una gran catarata. En su interior
vienen
sueltas 10 cápsulas de color granate, toscas en su apariencia y que
se deforman un poco con la temperatura ―con frecuencia hay que
sacarlas de la cafetera, aunque no supone especial problema más que
la incomodidad de tener que hacerlo―.
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